EL ORGULLO DE LOUISE POR CUMPLIR 40 AÑOS

EL ORGULLO DE LOUISE POR CUMPLIR 40 AÑOS

Louise Brown nació en un hospital inglés el día 25 de julio de 1978; la primera bebé probeta de España, Victoria Anna,nació en Barcelona en 1984 y en Extremadurael primer niño probeta no llegó hasta el año 2000.

IGNACIO SANTIAGO ÁLVAREZ MIGUEL

Catedrático de Biología Celular de la Universidad de Extremadura

El 25 de julio de 1978 nació Louise Brown y esta efeméride fue proclamada tanto en las más prestigiosas publicaciones científicas, como en los periódicos generalistas y tabloides de todo el mundo. Pocos recordarán o conocerán esta mediática noticia pero, junto con las pisadas de Neil Armstrong en la polvorienta superficie lunar que atónito contemplé unos años antes en una incipiente televisión en blanco y negro, son las noticias globales que más me han impactado y la primera, de la que hoy se cumplen 40 años, la que ha supuesto un referente científico a lo largo de mi carrera.

Hace unas semanas, Louise se paseaba por las salas y pasillos de la convención europea de reproducción asistida que se celebraba en Barcelona y a la que pude asistir. Esta mujer, que podría pasar desapercibida entre los británicos del congreso, fue portada sensacionalista hace 40 años porque fue concebida dentro de un tubo de cristal, es decir por fecundación in vitro, en un laboratorio de Londres a finales de 1977 y el embrión conseguido implantado en el útero de su madre para que, aproximadamente 9 meses más tarde, se produje el gran acontecimiento de su nacimiento.

 

Durante su asistencia al congreso, Louise participaba en reuniones y foros y atendía a periodistas para hablar de sus experiencias a lo largo de su existencia y del libro que ha publicado sobre su vida. En estas actuaciones utilizaba su poder mediático graciosamente para comentar su orgullo por cumplir 40 como pionera de haber sido concebida mediante fecundación in vitro. Debido a la relevancia de su persona, todos queríamos hacernos una foto con ella, al igual que en su momento lo intentábamos con su creador científico, el inigualable y nobel laureado Roberts Edwards, que era asiduo de estos mismos foros antes de morir, aunque obviamente precedido por su carisma y calidad científica y no por una coyuntura circunstancial como le ocurre a Louise.

Después de su cumpleaños Louise seguirá su vida, con sus sesiones de firmas y de selfies, aprovechando el hecho que ha sido la primera de aproximadamente unos 8 millones de niños que se calcula ya han nacido por fecundación in vitro. Ella ha asumido valientemente que el ser concebida fuera del aparato genital femenino no es más que una circunstancia motivada por una patología de sus progenitores y que los niños probetas están pasando de esconderse a manifestarse, sino con orgullo, al menos sí con confianza. La misma opción han tomado Victoria Anna o Carlos Saleiro, los primeros niños probetas en España y Portugal respectivamente, no han renegado de su peculiar origen y hablan con naturalidad de ello, con mayor o menor suerte mediática. Obviamente expresar este origen no ha de ser una obligación y muchos ni siquiera lo conocen, pero basta ya de devaluar la grandiosidad de la tecnología y de la medicina para conseguir la procreación.

En Extremadura la fecundación in vitro empezó algo más tarde, y el primer niño probeta no llego hasta el año 2000, con bastante retraso con respecto a Louise o Victoria Anna, que nació precisamente en Barcelona en 1984. Sin embargo, muy pronto este chico de Badajoz cumplirá la mayoría de edad, y en breve esta generación podríamos decir que peculiar de extremeños, votarán, conducirán y por supuesto generarán riqueza, conocimiento y genialidad. Y no son pocos, se estima que como mínimo unos 5.000 niños en Extremadura ya han seguido los pasos de Louise y es un número suficiente para que nuestra sociedad no se pueda concebir sin su contribución. Como dato a tener en cuenta, aproximadamente el 5% de los niños que nace en nuestros hospitales provienen de las técnicas de reproducción asistida.

Durante su estancia en Barcelona en el mismo congreso, mi amiga Mafalda, que es una gran embrióloga que trabaja en Lisboa, consiguió una foto con la primera niña probeta mundial, con Louise, y la exhibe pletórica en las redes sociales. He de reconocer que me hubiese gustado a mí también, pero precisamente no pude hacerlo porque había decidido dar un paseo por la preciosa y confusa ciudad de Barcelona cuando sin aviso previo se realizó la sesión de fotos en el estand que Louise ahora acostumbra a instalar. Sin embargo, he tenido la suerte de que María José, una alumna que ha realizado bajo mi tutela un excelente trabajo fin de grado, me dijo con orgullo y naturalidad que era una niña concebida por fecundación in vitro, una niña probeta, uno de los millones de anónimos Louise que pululan por el mundo entre nosotros.

 

Artículo publicado por el Diario Hoy25 julio 2018

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